La Capilla–Panteón de Comillas
La Capilla–Panteón, de los Marqueses de Comillas, se encuentra situada junto al Palacio de Sobrellano, en el interior de la misma finca y muy cerca del Capricho, obra que Antonio Gaudí realizara dos años más tarde.
Antonio López, cuando regreso de Cuba se estableció en Barcelona,, pero nunca dejo de visitar su pueblo natal, Comillas, sobre todo en la época veraniega.
Tras su periplo empresarial en la isla de Cuba, poseía una gran fortuna (la Compañía Trasatlántica, el Banco Hispano Colonial, la Compañía de Tabacos de Filipinas, etc.) que le ayudó a participar en la actividad económica, política y social española del siglo XIX.
Decidióconstruir su residencia de verano en la villa que le había visto nacer.
Era uno de los personajes más destacados del panorama socioeconómico de finales del siglo XIX, y va a transformar la villa en uno de los principales centros artísticos del momento, a donde se trasladaron arquitectos y artistas catalanes, convirtiendo a Comillas en la cuna del modernismo catalán, a través de la construcción de edificios monumentales como el Palacio de Sobrellano, la Capilla-Panteón o la Universidad Pontificia.
Grandes artistas, presentaron bocetos para la construcción de la residencia de verano del Marqués de Comillas, pero será el diseño de Joan Martorell y Montells, el seleccionado. La dirección facultativa correrá a cargo de Camil Oliveras y Cristóbal Cascante, compañeros de estudios.
En principio la Capilla–Panteón y el Palacio de Sobrellano, ambos con claras referencias al mundo medieval, estaban comunicados por un voladizo, pero puede que debido a la urgencia que requería la construcción de la Capilla–Panteón, se decidiera realizar las obras por separado.
La prematura muerte del primogénito del Marqués, don Antonio López y Bru, acaecida en 1876, y poco tiempo después, la de su hermana María Luisa, ocasiono el cambio de planes.
La Capilla–Panteón es el primer edificio modernista que se construyó en Comillas.
Utilizo el estilo gótico, estimándolo el más acorde con la función religiosa a la que iba destinada la obra. Había tenido alguna experiencia en este terreno como la capilla del Convento de las Madres Adoratrices en Barcelona.
Aunque se diseñó en el año 1878, empieza su construcción en el año 1880 y en el corto espacio de un año, estará terminada.
Fue inaugurada, el 28 de agosto de 1881, durante la primera estancia veraniega de Alfonso XII y su esposa María Cristina en Comillas, invitados por el Marqués.
La celebración fue oficiada por Mosén Jacinto Verdaguer, poeta y capellán de la familia López.
Es una construcción de planta rectangular, realizada totalmente en piedra de sillería labrada, piedra traída de las canteras de Carrejo.
Se distinguen tres naves, que conforman el cuerpo de la iglesia cubierta a dos aguas; la central es más amplia y elevada que las laterales, y se ensancha al llegar al presbiterio, detrás del cual existe una girola, en donde se encuentran los panteones familiares.
La fachada principal, estilizada hacia el cielo, es de estilo claramente neogótico termina en una torre delicada y fina, en la que introdujo un campanario.
La puerta de entrada tiene forma rectangular a dos hojas. El material elegido para su construcción es la madera, y está decorada toda ella con engranajes de forja, utilizando las composiciones florales para la decoración de los mismos.
A partir del dintel, en el tímpano esculpió la escena de la Resurrección de Cristo, colocando al lado derecho la imagen de un ángel sosegado y a la izquierda la de un soldado asustado.
En la parte superior del tímpano vemos dos medallones con sendos ángeles,
Y a cada lado, completando la composición en sendos doseles, coloco las imágenes de San Antonio y San Luis IX de Francia, posiblemente en relación a Don Antonio y D.ª Luisa. Estas dos obras las esculpió Joan Roig Soler.
Encima de los grabados, vemos una ventana de tres aberturas con rosetón central en la parte más elevada.
Y para rematar la fachada, surge la torre–campanario central, cerrada con pináculo piramidal y a los lados de esta, dos torres similares completan el conjunto, dándole así una simetría a toda la fachada.
A esta obra no solo la podemos ver como un contenido, sino como un contenedor, por toda la magnífica obra escultórica y bajorrelieves que aparecen en los panteones, los ventanales con vidrieras policromadas, los artesonados del techo con motivos florales y figuras geométricas, y los muebles diseñados por Gaudí como vamos a ver.
En su conjunto es como una catedral en miniatura.
El altar, realizado en los talleres de Francesc de Paula i Saura, consta de una mesa de bronce pulido de ocho metros y dos toneladas de peso. En su parte frontal coloco cinco medallones, cuatro de ellos están repujados con los símbolos de los cuatro evangelistas y en el central coloco el Agnus Dei.
Sobre el altar, coloco cuatro columnas para levantar un templete en donde se sitúa la imagen del Sagrado Corazón, del escultor Roig y Cerdá, enmarcada por dos ángeles músicos a ambos lados.
Para dar luz a esta zona, coloco dos lámparas de araña, que fueron realizadas también en los talleres de Francesc de Paula i Saura.
El diseño de los bancos, de los reclinatorios y sitiales reales, y del confesionario se lo encargara Eusebio Güell a Antonio Gaudí, como regalo a su suegro y aportación al panteón familiar.
La talla de los muebles, realizados en madera de caoba, se va a ejecutar en los talleres de Eduardo Puntí de Barcelona, en donde Gaudi trabajaba para pagarse los estudios.
Para la decoración de los bancos, utilizo la ornamentación floral y vemos que en los laterales de los mismos, aparece ya la figura del dragón alado, que tanto utilizara Gaudí en sus obras.
Aunque más pequeño, en el confesionario, y como remate en la parte superior, también se distingue un pequeño dragón.
Los sitiales reales, con sus asientos de terciopelo, tienen en los reposabrazos tallada la imagen de un perro estilizado, y el respaldo aterciopelado, remata con dos águilas que portan sendos escudos.
En La Capilla–Panteón, existe una cripta, a la que se acede a través de una losa de bronce, que se encuentra situada en el suelo de la capilla–panteón, delante de la entrada a la sacristía.
Tiene grabados con simbología relacionada con las actividades económicas del Marques, así como las armas del marquesado, y figura la siguiente inscripción: “SEPULTURA DEL PRIMER MARQUÉS DE COMILLAS EXCMO. SR. DON ANTONIO LOPEZ Y DE SU FAMILIA”.
Esta diseñada por Doménech i Montaner, y ejecutada en los talleres de la casa Masriera y Campins.
El mismo Doménech, también diseño el coro, que realizo en una única pieza, en voladizo protegido por una balaustrada de piedra, decorada con figuras geométricas.
El órgano se hace a medida para la capilla. En el cuerpo central, se conserva un bello relieve en madera que representa a Santa Cecilia y en la parte superior un rostro barbado; Eolo.
La consola es de ventana y la transmisión mecánica. Conserva el fuelle manual, aunque tiene un motor eléctrico.
Fue construido en 1880 por la casa Vilardebó, de Barcelona, por encargo del Marqués.
Los techos, están recubiertos de artesonados de madera de nogal, policromado, de dibujo cuadrifolio y otros diseños florales.
No menos importante, son los suelos tallados como podemos apreciar.
Los grandes ventanales recorren toda la parte superior y la cúpula, así como la girola, en donde las vidrieras se representan de dos en dos, con iconografía de ángeles músicos y acompañados de decoración floral y geométrica.
Hoy en día se sigue respetando la voluntad del actual Marqués que pidió que se pudiese seguir enterrando a su familia y que se realizase misa todos los años, el día de San Antón, en honor a su familia.
“La Capilla–Panteón, diseño por Joan Martorell, fue declarado monumento:
•B I C, desde el día 29 de Abril de 2002.
•Actualmente la Capilla-Panteón es propiedad del Gobierno de Cantabria.